¿Quieres ser tu propio jefe? Espera, no te preocupes, esta no es otra estafa piramidal, la mejor forma de conseguir este objetivo es el emprendimiento. Sabemos que a veces es difícil iniciar un proyecto desde cero, por eso hoy te vamos a comentar sobre los primeros pasos que debes seguir para iniciar tu pyme (aunque dejaremos los temas legales y tributarios para otra ocasión).
Los primeros pasos son los más importantes
Ahora que ya estamos con el entusiasmo de emprender hay que definir qué tipo de negocio queremos emprender, dividamos este proceso en dos tipos: manualidades y reventa.
Cuando hablamos de emprendimientos de manualidades nos referimos a que tu producto tendrás que elaborarlo, ya sea comprando los materiales y destinando parte de tu tiempo para crear el producto final. En esta categoría podemos encontrar emprendimientos de repostería, confección de ropa, orfebrería o incluso creación de títeres. Ahora, si hablamos de reventa nos referimos a que vas a comprar el producto ya listo y te vas a dedicar a la venta de estos.
Primer consejo, no te confíes de que eres bueno para algo, antes de tomar la decisión tienes que averiguar cuánta competencia hay en el rubro que te interesa. Recuerda, empezar de cero es generar una comunidad desde cero. Si hay otros emprendimientos similares en tu zona entonces vas a tener que entrar a competir, tienes que preguntarte si vas a tener la capacidad para mantenerte a flote contra quienes ya tienen más experiencia.
¿Seguimos con el plan? Bien, si no le temes a la sana competencia, lo siguiente que debes hacer, es observar a los otros emprendimientos, para hacer una comparativa del precio de los productos.
Ganancias y no amor al arte
Es muy importante que puedas calcular bien tus ganancias, esto es un trabajo y debes obtener remuneración por ello. Si tu pyme ofrecerá un producto manual o en el que tengas que invertir tiempo entonces tendrás que establecer el precio de acuerdo al valor de los materiales y la mano de obra, lo que dependerá de la cantidad de tiempo que demoras en conseguir terminar tu producto.
Si, en cambio, vas a dedicarte a la reventa de algún producto entonces debes calcular el valor unitario de cada producto y efectuar el cálculo de cuánta ganancia quieres generar para agregarlo al valor unitario. En cualquiera de los dos casos debes considerar que parte de tus ganancias tendrás que invertirla en tu pyme para obtener más productos que vender.
Segundo consejo. Es muy importante que no te dejes influenciar por comentarios que recibas sobre tus valores, tú y nadie más que tú puede valorar el trabajo que haces y cuánto tiempo inviertes en ello.
Define tu público
En la actualidad y gracias a la tecnología hay muchas formas de emprender, no es necesario tener un local físico para hacerlo, puedes vender desde tu propia casa sin problemas, pero… ¿Qué plataforma puedes usar?
Para saber qué plataformas deberías emplear para vender tu producto tienes que definir qué grupo etario podría estar interesado en tu producto. Cada red social está dominada por distintos grupos de edad, en Facebook encontraremos en su mayoría a personas de 40 años en adelante (sí, hay más jóvenes, pero no son mayoría), en Instagram hay muchas personas entre 15 y 30 años y, en la red social más moderna, que es TikTok, podemos a encontrar a personas desde 10 a 25 años.
Define a quienes le quieres vender tu producto y crea las cuentas que necesitas en las plataformas antes mencionadas. Genera imágenes interesantes, bien iluminadas y que puedan atraer a tus posibles clientes, recuerda que la primera impresión es por la vista, no solo del producto en particular sino que el orden que tengas en tus redes sociales. Definir una paleta de colores siempre es buena idea.
Hay una red social que, cabe mencionar, rompe todo límite etario, y que definitivamente debes tener para asegurar el éxito de tu proyecto y esa es WhatsApp Business. A través de esta plataforma podrás mantener organizada la conversación con tus clientes y entregar información sobre tu pyme.
Miedo al fracaso
Es normal que sientas que todo puede salir mal, pero ese sentimiento no te puede detener, si no lo intentas nunca sabrás si hubiera funcionado, así que hay que hacer un salto de fe.
Sin embargo, en el caso de que no resultara como esperabas, no bajes la cabeza. Cada error nos lleva al éxito, por lo que siempre es bueno observar los hechos desde otra perspectiva: busca la forma de innovar frente a tu competencia o, simplemente, busca un producto que sea más rentable.
Y bueno, si todo sale bien, hay que seguir creciendo, ¿no?
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